viernes, 16 de abril de 2010

Segunda Sonatta a Minoshka

Hoy Minoshka
Tú te has alejado
En esta dulce balsa que dice ser tu llanto
¿dónde están tus manos con las cuales tu oscuridad se posaba?
¿dónde está esa duda que en tu rostro se ausentaba?
¿Dónde está la vida, Minoshka, en este lúgubre llanto que oculta tu brazo?
¿Te ofendí, acaso?
¿Busqué esas plegarias que nunca se alcanzaron?
¿Manché tu manto oscuro y sagrado?
Minoshka, si en esta última danza buscaré mi rendición
Que sea en tus ojos ausentes
en donde mi alma caiga en prisión
Sé mi cárcel
Sé mi refugio
Nunca dejes de posar tus dientes sobre mi hombro derecho.
Nunca dejes de soltar esas palabras que me agradan tanto.
Minoshka, busquemos en este cielo rojo caíno
Tus bellas perlas de collar andino
Y así trataré que mis ofensas rendidas
No malgasten tu espléndida compañía…

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