sábado, 25 de octubre de 2008

Contratapa

José Chacchi es un joven poeta peruano, estudiante de Literatura, que utópicamente tiene la fe aún de tratar de cambiar todo lo que lo rodea. La salud mental de este individuo está en duda ya que constantemente sufre de ciertos desórdenes al nivel psicológico, utilizando a veces la poesía como método de cambio, como manera de expresarse, algo ilógico para muchos científicos actuales. Muchas veces se ha encontrado a este ser rodeando un parque o caminando por su Universidad con la mirada perdida, con un cigarrillo entre las manos que se va consumiendo, con el humo que le perfora las cienes y cuando alguien le dirige la palabra sólo contesta monosilábicamente. Nadie entiende por qué utiliza tanto la tristeza de su parte, está aliado con su soledad, piensa que es un mal elemento, pero a pesar de eso, es un ufano, un soberbio, un hombre que al sentirse que nadie lo entiende se cree diferente y a la vez superior, eso le crea muchos problemas.Su infancia no se meció en una aldea lejana, no fue un Valdelomar. Se meció al contrario entre metralletas y pólvora que su natal Huamanga le brindó como leche materna. Desde muy niño tuvo la pérdida de uno de sus mejores amigos: su alegría. Cuando llegó a Lima creyó que todo iba a ser diferente y al primer mes su abuela paterna lo deja sólo.Su adolescencia lo pasó entre extraños, personas que lo tomaban a burla, su apariencia era buen material para las mofas de sus compañeros de colegio. Sus defectos físicos fueron muy relevantes para él, toda la primaria y parte de la secundaria luchó contra la risa mancomunada de pequeños seres que decían ser sus amigos. Fue amargo para él ese trago que tuvo que pasar. Sufrió una derrota en el plano familiar, un ser querido, idealizado lo abandona en ese instante dejándolo consumado en el más profundo desamparo. Se sumó a la lista de los jóvenes adictos a los narcóticos, estupefacientes, probó lo que le venía, quizás para olvidar o talvez para recordar lo que era agradable. Tuvo desiluciones en el plano amoroso. Cuando estaba con una chica no llegaba a enamorarse de verdad, quizás por ser muy inconstante a veces, pero cuando se daba un amor verdadero ( que han sido en tres oportunidades) siempre lo engañaban o en los peores de los caso lo dejaban con pretextos absurdos. Pasado esa época de su vida creyó que era mejor cambiar, se sintió que la mejor manera de dejar de lado las cosas y sobrepasarlas no es olvidándolas sino recordándolas con una sonrisa en el rostro como quizás ahora lo hace, en algún lugar de San Juan de Lurigancho donde llegó a parar este individuo.Nunca olvidará cuando era niño y sus primos le compraban sus pequeños poemas para recitarlos en el día de la madre a la abuela fallecida, nunca olvidará los golpes que le daban los niños cuando él no quería pelear (y nunca querrá hacerlo) y a la vez nunca olvidará que se prometió así mismo que todos los niños amarán leer como él empezó amar esa actividad cuando se escapa de clase o cuando trabaja en una imprenta y le regalaban lo libros fallados y siempre se presentaba la dicha falla al final y eso lo dejaba con una curiosidad tremenda, por eso, él estudia ahora Literatura y está deseoso de poner su grano de arena para el cambio que se debe dar, la gente, cree él, podrá cambiar a través de la cultura, la educación: los valores en sí.
Espero que todo esto se tome a buena manera ya que quien les habla conoce muy bien a este sujeto sombrío que aún no se da a conocer pero esa tampoco es su finalidad sino simplemente aportar algo para que un niño se sienta a gusto y entienda lo que lee.La poesía es su medio, herramienta, la Literatura es su mujer,esposa y amante. Nadie entiende ahora porque ese pensamiento surrealista pueda dar resultado, ni él mismo lo entiende, pero aún lo hace porque confía y confía.
La conciencia de José Chacchi Paniagua

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