domingo, 6 de enero de 2008

Viento y navegación

A la chica que subió al carro y me ayudó a escribir este poema.

Entre matorrales,
oscuros por el viento
un río de plata,
único y perplejo
se desborda.
Una sonrisa
danza sobre el reloj: es la noche…
quizás hoy más oscura que tu voz.
Sigo observando tu bosque: ondulado y azabache
me imaginas en una barca
el sol caminando de puntillas sobre ese río.
Río de plata.
Y continúo,
mareas altas,
desbordan orillas,
desbordan matorrales.
Antes eras preciosa
antes cubrías tu sexo con un dedo
Y ahora
me profundo
me interno
me sumerjo…
Siguen dándose más ríos.
Risas ajenas: tronan piedras.
Risas ajenas: tronan cascadas
Y continúo/mareas bajas
van creciendo como riachuelo,
como oasis
Ahora existe un puerto
un puerto completo de risas
donde tu soledad feliz echa anclas
cual barco
cual navegación
Y hoy me he dado cuenta que ya no eres la misma
Esas cascadas de plata se han vuelto orillas de elefante
Y estás débil,
y estás terca,
y estás cubierta de estrellas…
tus pasos son monosilábicos
Y continúo
¿por qué pesa tanto la vida en un frasco de plata?

José Chacchi Paniagua